RESSLER: Entonces, ¿podemos decir
que es la primera vez que hablas con los medios desde que te detuvieron? ¿O
desde antes del juicio?
GACY: Exacto. No quería saber
nada de ellos porque no estaba de acuerdo en cómo llevaban el asunto. No
hablaban de los hechos, sólo hacían sensacionalismo, como les convenía.
RESSLER: Entonces, queda bien
claro que es la primera vez que hablas públicamente del caso, ¿no es así?
GACY: Exacto. Siempre lo dejé
todo en manos de mis abogados. Me dijeron que tratara de pasar desapercibido y
de mantenerme a distancia; y los medios han utilizado esto contra mí. Han
creado una imagen de monstruo inventado que ha durado doce años. Y yo nunca he
hecho el menor comentario. No tenía ninguna necesidad de hablar con los medios
por la sencilla razón de que lo que buscaban era sensacionalismo, estaban
buscando al monstruo.
RESSLER: Cuando dices “una imagen
de monstruo inventado”, ¿a qué te refieres?
GACY: Pues a la idea de que soy
un espeluznante asesino homosexual, y a todas estas estupideces; pintaron una
imagen de mí como si me dedicara a rastrear las calles acechando a chicos jóvenes
para degollarlos. Si pudieras consultar mi agenda, mi agenda de trabajo, verías
perfectamente que yo nunca hice nada de esto.
RESSLER: Vamos a ver. Cuando
viajabas, ¿ibas solo o te acompañaban otros empleados?
GACY: Casi siempre viajaba con
otro empleado; y cuando iba con un empleado, todo se documentaba. Como sabes, tengo
la manía de anotarlo todo. Los registros del negocio confirman dónde estaba,
con quien, en qué hotel m alojaba, las comidas que hacía. Todo estaba ahí. Y
todos esos archivos los confiscó el departamento de policía de Des Plaines el
29 d diciembre d 1978. Y con esto habría bastado para demostrar que yo no
estaba en Illinois cuando se cometieron los dieciséis asesinatos, o sea, cuando
finalmente establecieron las fechas en que habían ocurrido los crímenes. Así
que solo con eso […]. Si [mis abogados] hubieran buscado una coartada que
demostrara que yo no estaba involucrado en los crímenes la habrían encontrado
con solo mirar los registros. Pero ellos decidieron que querían seguir con la
alegación de enajenación mental.
Ressler explica que los asesinos
en serie actúan sobre dos bases: impulso y oportunidad. Si nos fijamos en el
caso de Gacy, vemos que su impulso era realmente grande al ver la cantidad de víctimas
que tenía a sus espaldas; y, en todo caso, tenía más oportunidades de cometer
crímenes estando fuera de su ciudad. Eso se debe al hecho más o menos
generalizado que los hombres viajeros frecuentan cuando están de viaje a bares
y otros establecimientos en busca de compañía femenina, o también masculina,
para una relación esporádica. Posiblemente Gacy hacía lo mismo aumentando así
sus “oportunidades”. Pese a ello él siempre lo negó. Y esa era siempre su
actitud, de no aceptar la menor implicación en los crímenes aunque, como
demostraban las pruebas, tenía una gran cantidad de cadáveres enterrados en su
casa.
-Para conocer más: Dentro del monstruo - Robert K. Ressler
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