Un repaso a la vida y obra de la scream queen más importante del género de terror de los años 80 y 90
Desde hace ya algunos meses meditaba la posibilidad de recuperar del olvido a una actriz americana arrinconada por los bloggers de hoy, como es Linnea Quigley. Ella es una actriz que merece todo nuestro respeto por haber sido la primera actriz de cine que dedicó (y dedica) casi exclusivamente su carrera al género de terror de serie B, algo sin duda admirable. Muchos la consideran como una actriz que destacó sobretodo por establecer un modelo de interpretación en el que se priorizaba el sexo antes que el acto de gritar, llegando a consolidar así un modelo de Scream Queen innovador y completamente sexualizado que llegó a ponerse muy de moda a finales de los 80 y principios de los 90 en producciones de Serie B-Z, en que el acto de desnudarse antes de morir es algo prioritario por encima de las escenas de horror y muerte. Este fue un modelo de Scream Queen conocido como "Bikini Scream", uno de los distintos tipos de Scream Queens que existen. Otras actrices, en cambio, como por ejemplo Jamie Lee Curtis, se dirigieron en otra linea casi opuesta al de Linnea pese a seguir interpretando a personajes femeninos en el género de terror, y es que ella interpretó a Final Girls, personajes que peleaban contra el villano hasta el final tomando así el protagonismo de las películas en las que participaban. Linnea, como apuntaba, es otro tipo de actriz, una actriz que normalmente no basó sus interpretaciones en survivals y ni siquiera fue protagonista en sus películas. No. Más bien, Linnea Quigley fue -y sigue siendo- la eterna secundaria de lujo en el género de terror de serie B, una Scream Queen que gritó como pocas (de ella sale el grito más largo de la historia del cine), que murió de 1000 maneras diferentes, que se desvivió en sus interpretaciones por el género masculino a base de mostrar promiscuidad, pero además de eso también fue una guerrera, una femme fatale en toda regla, e incluso ya fuera de las películas era una guitarrista y cantante de un grupo de música punk. No tiene más, y a la vez lo tiene todo.
Así que me decidí. Con este artículo que he preparado mi intención es dar a conocer la filmografia de esta actriz desde sus inicios a mediados de los 70 hasta los años 90, y de ese modo que la gente sepa lo que hizo y cómo lo hizo, además de cómo ha evolucionado la actriz dentro de la industria: de pasar a ser una desconocida a ser una autentica leyenda de las estanterías de los videoclubes. Y ya de paso, sacar a flote algunas películas olvidadas y que quizás merecen una oportunidad.
Cada actualización al blog acogerá 6 o 7 películas, y en total serán unas 7 aproximadamente. Espero que os interese tanto como yo he disfrutado escribiendo:
Nunca
se me ha dado bien ésto de empezar, pero creo que un modo correcto
de hacerlo sería mencionar cuatro datos biográficos para situar al
lector. Solo decir que nació en Davenport, Iowa, en el 1958, y que
no era hija de personas ligadas con la industria del cine. A los 17
años Linnea Quigley se mudó a Los Ángeles en busca de una carrera
en la actuación cinematográfica, al igual que muchas jóvenes y
atractivas chicas intentan también hoy en día. No se en qué
documental me enteré que estas chicas que llegan a Hollywood a modo
peregrinación en busca de una carrera en el cine, acaban trabajando
en bares a la espera que algún productor se fije en ellas y las
contrate, pero por desgracia (o no), muchas acaban ligadas a la
industria del porno. No fue el caso de Linnea, aunque muchos lo hayan
pensado. Ella solamente hizo de modelo en algunas fotografías
eróticas (bastante subiditas de tono, por cierto) para revistas
eróticas, algo que nunca dejó de hacer hasta bien entrados los años
90. Es por ello que rápidamente cuando a Linnea se le propuso
participar en una película, aunque debiera interpretar a un
personaje de esos intrascendentes que seguramente ninguna actriz
profesional desearía hacer (habitualmente ligados al desnudo) no
dudó en aceptar. Y es que, si algo tuvo claro desde un principio
Linnea Quigley es que no le importaba posar desnuda en ninguna
película, y de ese modo empezó su carrera en el cine, con 20 años,
en 1978.
Este "primer debut" de Linnea Quigley delante las cámaras quedará marcado por lo que fue habitual en su carrera hasta principios de los 90: violencia, desnudos íntegros y sumisión al hombre. Este supuesto debut en Psycho From Texas (A.K.A. Wheller) se produció en 1983 y fue dirigida por dos tipos llamados Jack Collins y Jim Faezell, y que hoy viviría sumergida en el más profundo olvido si no fuera por nuestra musa. Y es que, suerte tuvieron estos dos directores de arriesgarse al incorporar al equipo de la película a una chica joven y con poca experiencia en la interpretación, cuando a sus 25 años aún no se había consolidado como lo que llegaría a ser en breves: la reina del grito más respetable del cine de serie B, Linnea Quigley. La película, no engañaré a nadie, es un tostonazo de esos que solo es posible aguantarlo hasta el final si es que la vemos a FF (y digo FF porqué me juego lo que sea que nunca ha superado la barrera tecnológica del VHS), pero como mínimo, la escena donde participa Linnea resulta ser lo más interesante de la película. Y no quiero parecer pedante adorando esa escena concreta porqué salga Linnea, sino que, la verdad, no hay nada más salvable de la película. Dicha escena es una salvajada: un psicópata entra en un bar donde se encuentra Linnea en la barra, atendiendo a un único cliente. Tras ser incordiada por el psicópata, el otro cliente le desafía a una pelea, que acaba perdiendo e incluso asesinado. Luego le tocará vivir un calvario a nuestra querida Linnea, ya que será golpeada, desnudada íntegramente y obligada a bailar. También recibe un apetitoso baño de un par de litros de cerveza, consiguiendo meter cachondo a más de un espectador borracho pajillero. Su escena termina aquí, sin más.
A partir de aquí, Linnea Quigley conocería a la persona que le cambiaría la vida profesionalmente hablando: Charles Band. Con él trabajó en contadas ocasiones durante décadas, siendo a finales de los años 70, poco antes de que Band creara su mítica productora Empire, cuanto Linnea trabajó con él en 3 producciones. En el futuro vendrían otros proyectos ya para Empire, como Creepozoids, Chicas de fraternidad en la bolera, etc., pero en los 70, Band encontró en Linnea Quigley una colaboración que empezó a funcionar en Fairy Tales.
Fairy Tales se trata de una curiosa película erótica de finales de los 70, donde se pretendía hacer una parodia de los cuentos de hadas al más puro estilo Shrek (Andrew Adamson, 2001) pero en plan erótico-musical. La película está basada en el filme alemán de 1969 Los eróticos cuentos de Grimm (Rolf Thiele, 1969), una versión sexualizada de la leyenda de la Bella Durmiente. La película trata de un príncipe que recién cumplido su vigésimo primer cumpleaños (y por tanto su condición de mayor de edad), debe suceder a su padre como heredero en el trono, pero antes de ello tendrá que viajar por todo el país en busca de la mujer que consiga excitarle sexualmente para que de ese modo pueda también haber una reina, algo que muchas pretendientas no conseguirán. La leyenda dice que solo conseguirá el príncipe ser excitado por una mujer, una con sangre de realeza: la Bella Durmiente.
En sí Fairy Tales es una divertida película de bajo presupuesto producida, también, por Charles Band, en que el guión se basa en diferentes sketchs eróticos, clips musicales happy-flower, y una puesta en escena con mucho colorido pero acartonada. Respeto a Linnea Quigley, ella interpretaría a un personaje de relevancia, concretamente a la Bella Durmiente, que aparece en los últimos 10 minutos de la película. Y como no podía ser de otro modo en los cuentos de hadas, donde todo es posible y bonito, la princesa durmiente es incapaz de coger una pulmonía al permanecer dormida durante años prácticamente desnuda... Para luego despertarse con un beso romanticón del príncipe, y de este modo tan bonito la princesa y el príncipe se conocieron, luego se enamoraron, y finalmente perdieron la virginidad a los 2 minutos de haberse conocido (...) ¿?, y fueron felices y comieron... bueno, la película acaba con una felación de la princesa al príncipe.
(La Bella Durmiente)
Posteriormente a Fairy Tales, Charles Band le encargó un pequeño trabajó a Linnea Quigley en el clásico Trampa para Turistas, en que Quigley interpreta a una marioneta. Esa interpretación apenas le sirve para mostrar la cara, y por lo tanto no le sirvió a la actriz para aparecer acreditada en la película.
Auditions nace del intento de Charles Band de hacer un casting para una futura secuela de Fairy Tales, y lo que vemos en Auditions no sería más que el casting de la película. Esto justificaría la presencia de Linnea Quigley en ella, pero en todo caso las intenciones de Charles Band con la película son un tanto ambiguas. En todo caso, Linnea fue una de las muchas actrices que participaron en el filme, interpretando a una joven que dice tener 18 años en el casting, pero en la vida real Linnea ya tenía 20. Ella aparece en 2 escenas: 1a) Se desnuda íntegramente y se marca un baile improvisado “a lo loco”. 2a) Deberá dejarse violar por dos hombres, y es aquí cuando ya la echan del casting.
Luego
vino Deporte Mortal, que se trata ni más ni menos que la
secuela de la violenta y original La carrera de la muerte del
año 2000 (Roger Corman, 1975), esa película que estaba
protagonizada por un jovencísimo Sylvester Stallone donde se
dedicaba a conducir unos coches tuneados con cuatro chapas metálicas
en una carrera donde TODO valía. Pues bien, Deporte
Mortal repitió con Roger Corman en la producción, y
supongo que por temas de marketing fue acogida como secuela
de la película de 1975, ya que prácticamente no tiene nada que
ver. Protagonizada por David Carradine y la playmate de
moda de aquellos tiempos Claudia Jennings (que curiosamente moriría
1 mes después de estrenarse el film en 1979 a causa de un accidente
de coche... y no, no es una broma) resulta un filme muy lejos de su
predecesora, donde se ve claramente reducido el nivel de violencia,
originalidad, presupuesto (150.000 dólares), diversión,... aunque
queda compensado con una entretenida persecución en motos llena de
explosiones, peleas con espadas de plástico, desnudos constantes, y
por si fuera poco acaban apareciendo unos mutantes de lo más
ridículos..., y todo esto sin parar durante los últimos 60 minutos!
En cuanto a Linnea Quigley ni siquiera aparece acreditada, pero los
más observadores seguro que se habrán dado cuenta que aparece en
una escena haciendo de extra en un par de planos. De todos modos, ni
habla, ni se mueve, y ni siquiera se desnuda, así que más que
hablar de ese cameo prefiero dejar una foto y os daréis cuenta de
quien es.
(la chica rubia de la izquierda)
Lo
siguiente en que participó es una curiosa y lamentable película
titulada No vayas cerca del parque. “Curiosa” por
tratarse de un producto que en su época desató algo de polémica
por algunas de sus escenas de violencia, pero también “lamentable”
por ser rabiosamente mala. Yo entiendo que la gente tenga que vivir
de algo, pero es que se trata de un truño infumable, pésimamente
dirigida, peor aún interpretada, y lo que sí que no tiene
explicación es que no te hace reír ni harto de vino. Pero
al menos nos queda ver como una tal Linnea Quigley iba creciendo
como actriz interpretando papeles más o menos interesantes como el
de la presente película, en que interpreta a una chica que después
de asustarse al descubrir que un hombre la estaba espiando mientras
permanecía desnuda después de ducharse, se acaba enamorando de él
(y si, en ese mismo instante), para posteriormente casarse, tener un
hijo, y luego desaparecer sin explicación de la trama de la
película..., todo esto en unos... 5? 10 minutos?... un completo despropósito sin ningún tipo de sentido.
Con
la broma Linnea Quigley ya había interpretado papeles en 5
películas, y aunque sean más o menos trascendentes en la trama lo
cierto es que los productores ya empezaban a fijarse en ella como
secundaria. De todos modos, menudas cosas debe uno tragarse para
completar el artículo..., ejem. Bien, Despelote en el
campamento (A.K.A “Camping de verano”), un título
que creo que deja bien claras las pretensiones de la película -y
que se anticiparía a las futuras Porky's y
demás exploitations de los ochenta-, teniendo como director a Chuck Vincent, un aficionado a las tetas y
el cachondeo al igual que lo fue su “maestro” Russ Meyer. Por
tanto, Despelote en el campamento no fue más que un
título complementario que se añadiría a una larga carrera de
películas setenteras del director, muy subiditas de tono y con
adolescentes con la libido por las nubes. Respeto a la presente
película puedo decir que tiene sus momentos divertidos, pero acaba
cansando en cuanto a fórmula por su humor redundante y poco
original, y es que solo pretende mostrar como un grupo de chicos y
chicas se hacen la puñeta mutuamente para luego verles fornicar. Eso
si, siempre quedará el recuerdo de la interpretación de Linnea
Quigley haciendo de adolescente guarrilla. Como curiosidad “la
chica rubia de los desnudos” no quiso acreditar su nombre real en
la película y lo hizo con un seudónimo, como “Barbara Gold”, un
seudónimo más entre los muchos que utilizaría a lo largo de su
carrera, como por ejemplo: “Jesse Dalton”, “Jessie Dalton”,
“Linnea”, “Pamela Peck”, “Linnéa Quigley”, “Linnea
Rainey”.
En
la siguiente Parte entramos a los años ochenta.
Me quitas un peso con No vayas cerca del parque, llevaba tiempo buscándola y no había manera, pero tal como me la pintas pasando jajaja.
ResponderEliminarNo lo hagas... no vale la pena, aunque bueno, los que nos gusta ver cosas de serie B y Z tampoco nos asustamos al ver semejantes resultados XD.
ResponderEliminarExelente artículo, imprescibdible para seguir la carrera de Linnea Quigley. Es una pena ver en el puto bucle en que está inmersa Quigley en la actualidad...
ResponderEliminarCreo que las nuevas generaciones no conocen a Linnea Quigley. Sino, no entiendo como alguien que arrastró tanto fan en la segunda mitad de los 80 hoy siga incapaz de recaudar menos de 1000$ en un crowdfunding para DIRIGIR una película. Si, su debut, y apenas causó ningún tipo de interés en las redes...
Eliminar