“Cuadernos Ucranianos”
(Sins Entido, 2011) es la punta de un iceberg, la parte visible de un
largo proceso de investigación por parte de un dibujante de cómics
autollamado Igort, que pretende dar a conocer una realidad social que
él acaba considerando como “herida” tras su pasado soviético.
También su más reciente obra (y a la vez paralela) titulada
“Cuadernos Rusos”, una obra que pretende desenmascarar la
verdadera naturaleza de una dictadura disfrazada de democracia como
es la Rusia de Putin. Como digo, ambas obras son las últimas del
dibujante italiano (pero de origen ruso), y que aterrizó en
Barcelona de la mano de Ediciones Salamandra para acudir al 33 Salón del Cómic y explicar a los
asistentes a través de una interesante conferencia todo lo vivido en
Ucrania y Rusia, además del proceso de creación de las obras.
Ante todo, debo decir que
la conferencia dejó de lado la propia obra del autor. De hecho, ni
siquiera se llegaron a mostrar las portadas, ni su contenido, ni el
diseño del dibujo,... nada, Igort priorizó en dar a conocer la
denuncia de lo que expone en sus obras que las propias obras en sí.
Lo cierto es que, pese a ello, Igort es un autor que hace lo que
quiere, es decir, que no se trata de un autor artesano que trabaja a
base de encargos editoriales como pueden ser la mayoría de los
invitados de esta edición del Salón, y por lo tanto, su conferencia
se hizo muy instructiva y por lo tanto también lucrativa para los
asistentes.
Igort quiso dejar claro
que él no es un periodista, él es un narrador y que cuando se
interesó en estos trabajos quería realizar unas obras que hablaran
sobre las personas, sobre la realidad social que se vive en ambos
países. Para ello se fue a vivir a Ucrania durante 2 años, y se
dedicó durante ese periodo a conversar con personas, escucharlas, y
sobretodo observar la realidad de un país que él considera
“herido”. “Para mí, Ucrania es un país oscuro y sobretodo
hostil, herido por su pasado, y obligado a ser silenciado por el
gobierno ruso”. También quiso destacar el autor la importancia
de las redes sociales. Comentó que hay páginas de Facebook que
publican imágenes del conflicto actual del país y que incomodan al
gobierno ruso, incluso imágenes de soldados rusos muertos en
combate. Esto contrasta con la versión oficial rusa de que ellos no
participan en el actual conflicto ucraniano en la región pro-rusa de
Donetsk. Por lo tanto, toda esta incomodidad se intenta silenciar con
la censura.
Por otro lado, el autor
reconoció a lo largo de la conferencia que “Cuadernos Rusos”
empezó siendo una cosa y terminó siendo otra, gracias sobretodo a
la influencia hizo en él el testimonio de Anna Politkovskaya, la
periodista que -según fuentes no oficiales- fue asesinada por el
gobierno de Putin. Según comentó “la actual obra “Cuadernos
Rusos” es lo que es gracias a Anna, que aunque no llegué a
conocerla personalmente porqué ya estaba asesinada, conocí a su
amiga Galina Ackerman, que me mostró todo el material que tenia
recopilado Anna, y por eso la obra acabó reconvirtiéndose en lo que
es. De todos modos, mi obra recoge las intenciones de Anna, pero no
es una obra sobre Anna Politkovskaya”. Por lo tanto, la obra
acabó transformándose poco a poco hacia un cómic de denuncia mucho
más potente de lo que el autor imaginaba en un principio.
Según comentó Igort, la
gente en Rusia vive con miedo, en parte por la invasión rusa que
hubo en el Cáucaso. Las víctimas de ese conflicto, gracias a los
contactos de Anna Politovskaya, pudieron reunirse con Igort para
conocerle. “Cuando creaba la obra quería escuchar a las
víctimas, conocerlas, y también a los propios soldados rusos
implicados en el conflicto, que son obligados a comportarse
violentamente. Yo no creo en los héroes, solo creo en las personas,
y al observarlas me di cuenta que todas ellas habían cambiado, su
vida ya no era la misma. (…) Algunas de las historias que me
explicaban molestan al gobierno ruso y por eso las quieren
silenciar”. De todos modos, el autor también quiso dejar claro
que tanto “Cuadernos Ucranianos” como “Cuadernos Rusos” no
quieren tomar una posición política al respecto, sino que solo
pretenden mostrar una percepción de la realidad social en Ucrania y
Rusia a partir de la visión del autor, para que luego el espectador
pueda opinar. Igualmente el cree que las imágenes hablan por sí
solas.
Hacia el final de la
conferencia se le preguntó al autor italiano si en algún momento ha
llegado a temer por su vida, y comentó que sí, que ha llegado a
temer por ella “Cuando estuve en Rusia viviendo, una vez,
preguntando a unos ciudadanos sobre su opinión sobre el conflicto de
Chechenia, de golpe me apareció un hombre muy alto y grande
predispuesto a conocerme. Sus preguntas eran con un tono amenazador,
y rápidamente me di cuenta que aquella persona era del servicio
secreto ruso”. Igort, finalmente, quiso dejar claro que él
solo pretende hacer obras sinceras y honestas, y que quiere seguir
haciendo obras con el mismo formato documental.
Por último, Igort habló
sobre sus futuros proyectos, y comentó que actualmente se encuentra
trabajando en “Cuadernos de Japón”. “Será menos trágico
que los “Cuadernos Ucranianos” y hablará sobre la belleza de la
cultura japonesa, de su literatura, y también del código guerrero
tradicional que caracteriza el carácter del ciudadano japonés.
También sobre su espiritualidad y tradiciones. Yo amo Japón, viví
algunos años allí, y quisiera hacer mi particular homenaje al
país”.
“¿Mi Vida?
Considero que todo lo que ha sucedido y lo que he visto en Chechenia
ma han hecho más sabia... mejor persona” Anna Politkovskaya.
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