-DURACIÓN: 87 min.
-PAÍS: Argentina
-FOTOGRAFÍA: Mariano Suárez
-REPARTO: Maxi Ghione, Norberto Amadeo Gonzalo, Elvira Onetto, George Lewis, Agustín Rittano
-PRODUCTORA: Machaco Films / INCAA
“¿¡Que carajos es eso!?” Dice uno de los policías que investiga los sucesos paranormales que ocurren en la casa donde se desarrolla gran parte de la película. Esa sería un poco la tónica de Aterrados, una película de terror donde suceden cosas difíciles de explicar, como gente que vuelve de sus tumbas (guiño a Cementerio de Animales), voces en las tuberías de la cocina, entes invisibles que asesinan, fantasmas que salen de los armarios, o cosas que se mueven sin explicación. Unos sucesos que bien pueden remitir al imaginario de las grandes producciones estadounidenses de probado éxito comercial, como las Expediente Warren, que buscan asustar a través de sucesos paranormales, con fantasmas hostiles de aspecto decrépito siempre ayudados por una banda sonora dispuesta a alterarse en los momentos precisos. Quizás la fórmula se repite, pero al final la taquilla no suele engañar, y es así como Aterrados ha alcanzado el éxito.
Aterrados ha sido un fenómeno de masas en su país, Argentina, llegando a ser la cuarta película argentina más taquillera de su historia
La
película está escrita y dirigida por el argentino Demián Rugna en lo que es ya
su cuarta película, y del mismo modo que a James Wan, que le ha
funcionado a la perfección comercialmente hablando sus películas,
Aterrados también ha sido un fenómeno de masas en su país,
Argentina, llegando a ser la cuarta película argentina más
taquillera de su historia. Eso si, con un presupuesto
mucho más modesto, y logrando un resultado que poco tiene
que envidiar a James Wan.
El
planteamiento de la película es muy engrescador, con una escena
durísima e inquietante. Esa escena plantea la posibilidad de que en
unas viviendas pueda haber unas fuerzas paranormales hostiles, algo
que lleva a dos policías a investigar lo ocurrido, junto a una
médium. Partiendo de aquí el guión se desinfla, teniendo momentos
que baja el ritmo de la película, hasta llegar a un
último tercio que recupera su fuerza inicial hasta llegar a un final
bastante demoledor. No obstante todo queda bastante vacío, con una historia que no
consigue sorprender nunca, además teniendo momentos inconexos y cabos sueltos en
la trama, lo que acaba por dejar algo frío al espectador en lo que
refiere al seguimiento del argumento. Pese a ello, Aterrados trabaja
bien una atmósfera terrorífica, situando los tiros de cámara casi
siempre en espacios bastante cerrados, y que ayudados por una
fotografía oscurecida le sirve para trabajar muy bien ciertos juegos
de luces que permiten a la película ejecutar interesantes mecanismos
para asustar. Dicho de otro modo, Aterrados consigue la fórmula para
asustar al espectador, algo que hoy en día parece complicado de
conseguir.
La
diferencia con ese cine más comercial de James Wan, y a la vez su
virtud, es que las dosis de horror no están desmesuradas, tanto de
puesta en escena como de efectos de sonido, y su ambientación
malsana le funciona de maravilla. Pese a ello, Demián Rugna no
descubre la pólvora en Aterrados, y como todo cine de terror
comercial, muchos de los sustos se prevén y no sorprenden, pero no
negaré que la sensación de intranquilidad es constante y que algún
que otro susto va a dejar agarrado a la butaca al espectador menos
asiduo a este tipo de películas.
En
cuanto al reparto destaca el comisario Funes que interpreta Maxi
Ghione, un personaje que une al resto de personajes de la trama, y además aporta justas y precisas pinceladas de humor. Es sin duda el
personaje más destacado. También aparecen un ex médico forense llamado Jano (Norberto Gonzalo), y los investigadores paranormales Albreck
(Elvira Onetto) y Rosentock (George Lewis). Estos dos últimos
ejecutan sus papeles con solidez, pero quizás están algo
desaprovechados en la trama. Cabe decir que el actor Demián Salomón,
que interpreta al personaje de Walter, fue el actor con el cual el
director Demián Rugna filmó el corto original de la película,
titulado Tiene Miedo, del 2002.
Aterrados
se la considera como uno de los mejores exponentes del cine de terror
Argentino de los últimos años. Sin embargo, se trata de una
producción con pretensiones comerciales que se preocupa de trabajar bien el susto y
la sensación constante de intranquilidad, pero descuida detalles de la narración que
evocan la película a ciertos sinsentidos argumentales. Lo siento
pero yo no veo esa solidez narrativa que muchos destacan de ella,
pero sí coincido en las solventes interpretaciones, en la negación
a emborronar el toque nacional argentino que se palpa en la película
(siempre plausible el hecho de mantener la identidad cultural), y de que tiene muy
buenas maneras a la hora manejar los mecanismos de terror que emplea.
Nada nuevo y con cosas mejorables, pero hay destellos de frescura que
hacen recomendable de ver Aterrados. No te la pierdas.
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